Cuando se trabaja sobre una pared lisa la tarea a la hora de empapelar se puede hacer a buen ritmo. Lógicamente, el trabajo es más lento cuando nos topamos con obstáculos: llaves de luz, marcos, esquinas…
Cuando domine las técnicas básicas de empapelar –ya habrá comprobado que no tienen ningún misterio-, le será más sencillo trabajar alrededor de puertas, ventanas, llaves de luz o repisas de chimenea. Junto al fuego.
Tips a la hora de empapelar
En este último caso, tendrá que enfrentarse con multitud de ángulos.
Para empapelar esa zona deberá trabajar de arriba abajo.
Con unas tijeras pequeñas, haga varias incisiones en el papel de forma que se adapte al contorno de la repisa y, a medida que avance, vaya alisándolo.
Papel también en el techo
Hasta ahora siempre nos hemos referido al empapelado de paredes.
Sin embargo, el techo también admite este tipo de revestimientos, aunque, eso sí, empapelarlo puede ser agotador. Al igual que si lo pintara, lo mas importante es trabajar de forma cómoda y segura.
Esto se consigue si se fabrica un andamio casero con un tablón colocado entre dos escaleras.
Y, además, deberá contar con ayuda.
No se fíe de su “inagotable” energía.
Tenga en cuenta que cortar, extender y adherir las tiras de papel sobre una superficie situada 10 cm. Por encima de su cabeza debilita al más fuerte.
Desde la esquina
En cuanto a la técnica de empapelado, deberá proceder como en el caso de las paredes, aunque comenzando por una esquina: el ángulo entre la pared y el techo le servirá de guía para que las tiras de papel queden rectas.
En cualquier caso, la mejor zona para empezar es en paralelo a la pared de la ventana para que no se proyecten sombras sobre los empalmes entre las tiras.
Cuando pegue el papel, tendrá que ir deslizándolo por la superficie y al tiempo que usted avanza, su ayudante lo sujetara con una escoba.
Tras el radiador
Cuando llegue a los radiadores, tiene dos opciones: desarmarlos, tarea complicada, o bien dejar caer la tira de papel encolada por encima del radiador y, con las tijeras, hacer un corte vertical, de forma que queden dos lenguas más estrechas que la tira original.
Con un rodillo pequeño, o bien con la ayuda de una barra de madera y un trapo envuelto en la punta, pase las tiras de papel por detrás del radiador y alíselas hasta llegar al zócalo.