Los goteos de cualquier naturaleza deben ser reparados rápidamente porque suponen un tremendo gasto de agua.
Goteos y escapes evitar el gasto de agua
Pero, además, una canilla que pierde agua le está avisando de que algo no funciona bien.
Gota a gota un gasto de agua grande
Si las canillas que pierden agua no se reparan enseguida, una pequeña avería puede convertirse en un problema sin solución.
¿Por qué? Es muy sencillo.
Los goteos y fugas de agua suelen producirse debido al desgaste del cuero o a la rotura del mecanismo de cierre que compone la canilla.
Cuando ese desgaste se acentúa mucho, la consecuencia inmediata es que las piezas rozan demasiado entre sí y acaban deteriorándose, provocando que la canilla se averíe mucho más gravemente.
Por eso, si no soluciona el goteo en un tiempo prudencial, lo más seguro es que tenga que acabar instalando una canilla nueva, con el consiguiente gasto que eso representa.
Por tanto, en beneficio de su economía familiar, no descuide ninguna grifería al primer síntoma de goteo.
Los sifones
Lo mismo ocurre con los sifones.
Cuando un sifón de plomo pierde agua a la altura de la soldadura con el desagüe, significa inequívocamente que existe una grieta.
Este problema se puede resolver simplemente repasando la soldadura.
En el caso de los sifones de plástico, en los que diferentes piezas se ensamblan mediante roscas y tuercas, también pueden producirse fugas en los puntos de unión.
Para solucionarlo, bastará con que desmonte el sifón y asegúrese todas las roscas con cinta de teflón.
Si detecta que una canilla pierde agua, observe de dónde procede el escape y procure solucionarlo lo antes posible.