Los ensambles constituyen el principio más importante en los trabajos de carpintería, Pueden llevarse a cabo con la ayuda de accesorios metálicos o dando forma a la pieza para ensamblarlas unas con otras.
Ensambles para piezas de madera
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Los clavos y los tornillos no resuelven todas las necesidades de ensamble propias de la carpintería. Aquí encontrará las más adecuadas.
Si se sigue un orden lógico para detallar los diferentes procedimientos para unir piezas de madera, tras los tornillos y los clavos se deberían hablar de los llamados accesorios de fijación. Son éstos:
- Las placas en forma de T, sirven, principalmente, para unir marcos y armazones.
- Para reforzar cajones y cajas, se utilizan las placas triangulares.
- Las placas con ranuras para correr permiten el ajuste de piezas que pueden dilatarse o contraerse.
- El refuerzo de ángulos restos se realiza con escuadras rectas y cantoneras.
- Los dobles bloques son dos cuerpos independientes que se colocan cada uno en una pieza de madera y quedan atravesados por un tornillo.
Sin accesorios
Además de estos elementos, existen otras técnicas de ensamble en las que las piezas se unen sin la intervención de ningún componente de fijación. Todos estos métodos comparten un mismo principio. Una pieza se encaja en la otra, obteniendo una trama sólida que sólo se refuerza con una pequeña aplicación de cola blanca. Esta se aplica con pincel sobre pequeñas superficies y con la ayuda de una espátula dentada, en el caso de zonas mayores.
Se trata de uniones mucho más limpias y estéticas, como el ensamble a media madera, el ensamble mediante cajas y espigas –que tiene diferentes variantes-, la unión con espiguillas o la unión con cola.
Con las placas y escuadras metálicas podrá hacer uniones de todo tipo e incluso reforzar algunas.